Antes de 1990 el acceso a la información toxicológica
estaba muy limitado, quedando ésta concentrada en algunas bases
de datos privadas o comerciales, o directamente en revistas y directorios
de resúmenes de publicaciones. A partir de entonces la información
pasa a ser compartida. Comienza la disponiblidad a través de Internet
en diversas bases de datos de gran interés, ya que sus propietarios
permiten su difusión. A partir del año 2000 se empieza a
generalizar el acceso a textos completos, incluyendo los artículos
de revistas, habiendo surgido en la actualidad el debate acerca de la
necesidad de la libre disposición de los mismos.
Entre los tipos de servicios gratuitos relacionados con
la toxicología podemos citar la existencia de foros de debate a
través de web o correo electrónico, como TOXICOL- Foro de
Toxicología, o 3ERRES - Foro de Alternativas a la Experimentación
Animal [3]; comunidades virtuales con potentes herramientas y áreas
de trabajo en grupo, como FARMATOXI; servicios de noticias vía
web o correo electrónico; programas informáticos de libre
distribución [4]; o enlaces con información de muy diverso
tipo, incluyendo bases de datos de información depurada, de información
bibliográfica con resúmenes de artículos, o de textos
completos de publicaciones. Lógicamente también existen
sistemas no gratuitos.
Las bases de datos en Internet presentan una serie
de ventajas que incluyen el libre acceso desde cualquier lugar, la inmediatez
de la respuesta, la disponibilidad de la última versión
de la información, fácilmente actualizada, y la gran variedad
y amplitud de contenidos de la misma. Entre los principales inconvenientes
figura que las direcciones de acceso son muy cambiantes, lo que obliga
a comprobar continuamente su funcionamiento. La operatividad de los
servidores y las limitaciones de las conexiones restringen actualmente
el acceso a algunas direcciones, particularmente a determinadas horas
del día.
Así mismo, las bases de datos emplean diferentes
criterios para la clasificación y búsqueda de la información,
lo que obliga al usuario a adaptarse y a recordar las peculiaridades
de cada una de ellas si desea obtener con rapidez resultados útiles.
De igual modo, algunos navegadores resultan incompatibles para determinadas
direcciones. El idioma puede suponer una limitación más,
ya que la mayor parte de las bases de datos están en inglés.
Basado
en: "La búsqueda de información toxicológica:
módulo práctico de aprendizaje". Repetto G, et
al. Revista de Toxicología 18:92-98 (2001)